La Iglesia de San Millán, una de las más populares entre los ubetenses, es también una de las parroquias más antiguas de la ciudad.

Fue construida sobre una antigua mezquita poco después de la Reconquista y aún conserva una robusta torre campanario, de factura tardo románica, construida a finales del siglo XIII.

Aquí se venera a la Santísima Virgen de la Soledad, que es sacada en Procesión cada Viernes Santo, dando lugar a uno de los momentos más emotivos y pintorescos de la famosa Semana Santa ubetense, que está declarada en su conjunto de Interés Turístico Nacional.

Año tras año, desde el siglo XVI, los hermanos cofrades de la Cofradía de la Soledad sacan a hombros la imagen de la Virgen, que es subida con celeridad por la empinada Cuesta de la Merced, en una carrera hasta la plaza Vázquez de Molina que se ve constantemente interrumpida por las fervorosas saetas de los ubetenses.

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