Esta puerta, que en la actualidad se conserva en perfecto estado, forma parte de la muralla árabe. Se denomina así porque era la salida hacia el antiguo Camino Real de Granada. De hecho, según cuenta la tradición, por aquí pasó la Reina Isabel la Católica durante la Reconquista cuando se dirigía hacía el último reducto de la civilización musulmana: el reino nazarí de Granada.

La Puerta de Granada es de pequeño tamaño y está formada por un sencillo arco de medio punto. Junto a ella se conserva un abrevadero en el que bebía el ganado de la ciudad. Junto a la puerta que se conserva actualmente existió otra, actualmente cegada, de la que quedan huellas.

Dice la leyenda que existe un tesoro escondido cerca de la puerta y que sólo aquél que consiga comerse una granada en su dintel sin que se le caiga un solo grano al suelo podrá descubrirlo.

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